¿Te pasas todo el santo día frente al ordenador?
¿Problemas visuales? ¿Fatiga mental? ¿Dolores musculares?
¡Cuidado! Puede que tengas el esquivo síndrome PVD.
No te preocupes. El tratamiento es muy sencillo y eficaz. Reconoce los síntomas, la dolencia y descubre la forma de evitarla, siguiendo las recomendaciones que vienen en el documento Anexo.
Recomendación de ejercicios para quien trabaja con PVD